Islas Bonus

No, no hay una isla o archipiélago que se llame Bonus, que internet sepa, aunque sí hay una cadena de supermercados llamada Bónus que opera en Islandia y en las Islas Feroe, pero no vamos a hablar de ningún establecimiento capitalista hoy, que ya nos han dejado bastante pelaos en estas fiestas. Lo que os traigo en esta entrada es un grupillo de islas que no son tan grandes o no hay tanta información de ellas como para abarcar un capítulo por ellas mismas, así que se agrupan y así consiguen el poder necesario para darse a conocer, aunque alguna de estas islas que vienen a continuación ya tienen su fama mundial.

Isla de Gorée

Comencemos en las costas africanas, a tres kilómetros del continente, en la capital senegalesa, Dakar, siendo este islote una comuna más de la ciudad. Su superficie es de tan solo 0,28 kilómetros cuadrados, donde viven alrededor de 1.800 personas (2018).

Este lugar es famoso por el mercado de esclavos que se llevó a cabo durante más de tres siglos. Gorée fue el primer asentamiento europeo en África, colonizado por los portugueses en 1450. Casi un siglo después, en 1536, comenzó la mercancía de esclavos, que no solo fue regentado por los portugueses, pues la isla cambió de colonia muchas veces durante los siglos posteriores, hincando la bandera, además de los portugueses: los holandeses, los británicos y los franceses. Estos últimos construyeron la última casa de esclavos en 1784, edificación que hoy en día sigue en pie y alberga un museo que visibiliza aquellas atrocidades.

Las familias africanas eran secuestradas y enviadas a la casa de esclavos de la isla, donde separaban a todos sus miembros (mujeres, hombres y niños), donde las condiciones eran pésimas y muchos acababan allí sus vidas, incluso antes de ser comercializados. Las celdas eran oscuras y con poca ventilación, las paredes gruesas para que las mujeres no escucharan los lloros de sus hijas e hijos, las mujeres eran cuidadas por fuera para comercializarlas como producto sexual, etc. Había un patio interior donde se exhibían a los esclavos para que los comerciantes eligiesen el deseado desde unos balcones. Antes de embarcar pasaban por un pasillo y una salida que daba al mar, llamada la Puerta sin Retorno, pues una vez en el barco ya no se les volvía a ver. El destino era América (Brasil, Caribe y Norteamérica, principalmente).

Como he dicho antes, la Casa de Esclavos de 1784 es hoy un museo muy visitado. Obama, Juan Pablo II o Nelson Mandela son algunos nombres conocidos que han pasado por este lugar.

Gorée

Cayo Big Mayor

De Senegal a las Bahamas, un trayecto que muchas personas hicieron a la fuerza, separadas de sus familiares para siempre. El ser humano es malvado y acabará destruyendo su propio mundo, no hay otro final.

En fin… En las Bahamas, un país insular con más de 700 islas, existe un cayo a unos 100 kilómetros al sureste de Nasau (capital el país), que no tiene más de un kilómetro cuadrado, pero que, sin embargo, brotan de sus profundidades tres manantiales de agua potable. A pesar de ello, en la isla no viven seres humanos, y eso que a muy poca distancia de sus costas y en varias direcciones hay otros cayos más pequeños y habitados.

Los que aquí viven, además de algunas gaviotas, cabras y gatos callejeros, son una familia de cerdos salvajes, que sin duda se han hecho con el reino de la islita. Hasta no hace mucho eran unos 20 los puercos que por ahí deambulaban, pero algo ocurrió en 2017, y es que se encontraron 9 cerdos muertos en la paradisiaca playa. El turismo es un descontrol y, muchos visitantes dan alcohol a los animales dejándoles turulecas, además arrojan grandes cantidades de comida en la arena, haciendo que los cerdos ingieran buena parte de arena. Hoy la familia es más pequeña.

Nadie sabe por qué esos puercos aparecieron allí, pero se cree que fueron unos marineros los que les soltaron en la ínsula, con la intención de volver algún día y tener unos jamones que les apacigüe el hambre, pero estos nunca volvieron. Los manantiales y la vegetación de la isla mantuvieron y ampliaron la familia puerca que hoy, parece ser, motivo de la explotación turística. Un turismo que hace mucho daño. La gente va allí con la intención de hacerse un selfie con un lechón en sus brazos mientras se baña en el agua cristalina ¡Ideal para el Instagram, oye!

Cayo Big Mayor

Isla Rapa Iti

La isla que nos ocupa está en todo el medio del Pacífico Sur, a 3.600 kilómetros de Nueva Zelanda y a casi 8.000 kilómetros del continente americano. Rapa se encuentra en la parte más austral de la Polinesia Francesa, a 1.180 km de Tahití, isla principal de la Polinesia. Tiene un área de 38,5 kilómetros cuadrados con una extraña forma de “C”, muy montañoso todo, elevándose 650 m.s.n.m en su pico más alto. Ahuréi es el asentamiento principal, en la parte sur de la bahía. En 2017 cobijaba a un total de 515 personas.

Hace varios siglos la población era cuatro veces superior a la actual, pero pasa lo de siempre, que llegan los conquistadores y lo conquistan todo con su conquiste. Los polinesios debieron de llegar en el siglo XIII, y alguna guerra que otra estallaría entre ellos, porque hay fortificaciones por todas partes. George Vancouver fue el primer europeo que miró las islas, y esto ocurrió a finales de 1791. Durante el siglo XIX el alcohol y las enfermedades menguaron la población hasta la cifra que hoy nos llega. En 1867 pasa a ser un protectorado francés y en 1887 los del queso y la baguette abolen la monarquía en la isla.

Lo que a continuación voy a relatar lo he sacado del libro de Judith Schalansky, Atlas de Islas Remotas, pues no encuentro más referencias que lo que pone en este precioso ejemplar. La escritora deja claro al principio del libro que ella no inventa nada, así que, si no te lo quieres creer, échale la culpa a una de sus fuentes o al protagonista de la historia:

Marc Liblin nació en el noreste de Francia en 1948. Durante su infancia y juventud un sueño le visitaba todas las noches y le formaba en física y en un idioma desconocido que acabó hablando perfectamente. Su juventud fue dura y apenas tuvo amistades. A los 33 años sigue viviendo en soledad, pero su caso con el idioma desconocido atrae a varios investigadores que comienzan a estudiarlo. Con el tiempo parece imposible encontrar la existencia de aquel idioma, pero un golpe de suerte en una taberna de un puerto marítimo les llevó ante una mujer llamada Meretuini Make, exmujer de un militar. Ella hablaba el mismo idioma que él aprendió en sueños, pero lo hacía porque es el idioma que le enseñó su abuelo, la vieja lengua de Rapa Iti. Esta chica y Marc Liblin se casan y visitan la isla en varias ocasiones. Marc fue profesor de física y otras materias en Rapa Iti hasta que murió en esa tierra en 1998, a sus 50 años. Raro ¿Verdad?

Rapa-iti

SuperShe Island

Esta pequeña isla de tan solo 34.000 metros cuadrados se encuentra rodeada entre muchas islas como ella en el mar Báltico, a unos dos kilómetros de la costa finlandesa y a 60 km al suroeste de Helsinki.

Lo que básicamente hay sobre este pedrusco es un bosque de pinos y un resort, pero como podéis imaginaros leyendo el nombre de la isla, este suelo solo pueden pisarlo las mujeres ¿Cómo? Pues que, en el año 2017, una empresaria estadounidense llamada Kristina Roth compró esta isla y la convirtió en lo que es hoy, un resort hecha exclusivamente para mujeres, donde, durante una semana, tendrán una vida relajada basándose en diferentes ejercicios como la meditación o el yoga, además de una dieta paleo, y todo esto sin el género masculino de por medio. El objetivo es estrechar vínculos con otras mujeres y el empoderamiento femenino.

No suena tan mal ¿Verdad? El problema es que, para conseguir una plaza, que consta de una semana en la isla, hay que abonar 4.000 euros, y esto es algo que no todas las mujeres pueden permitirse ¡Es más! Pocas mujeres pueden permitírselo. Pero bueno, si eres de esas mujeres que puede (y quiere) te diré que con ese precio incluye el traslado desde y hacia Helsinki (además de una noche de alojamiento en esta capital), las comidas, actividades y el alojamiento en las yurtas de la isla. Además del ingreso económico necesitarás ser parte de la comunidad SuperShe y obtener la aplicación, y puede, que después de todo esto tengas que pasar un casting de ingreso ¡Suerte!

SuperShe

Islas de los Tres Reyes

Para terminar, os traigo tres islas de golpe que van al galope, y no es casualidad que lleguen hoy al blog, día de Reyes. Aunque en Filipinas no hay camellos ni dromedarios, el paso de un reino católico por aquellos parajes ha hecho que estos Reyes Magos sean del oriente más lejano. Se encuentran una detrás de otra en dirección a la isla de Marinduque, como en el centro-norte de las islas Filipinas. En línea recta estarían como a 150 kilómetros al sureste de Manila, la capital.

Estos islotes no tienen nada en especial salvo el nombre con el que se las llama y las playas paradisiacas. El turismo es alto y está todo preparado para ello. La más grande de las tres islas es Gaspar, que es la que se encuentra más cerca a Marinduque. En la isla Gaspar puedes dormir en cabaña o en tu propia tienda, pero tendrás que pedir permiso para esto último. Gaspar tiene un área de un kilómetro cuadrado, Baltasar es algo más pequeña y está a 4 kilómetros de Gaspar, y entre las dos se encuentra Melchor, que es la más enana de las tres.

El único motivo por el cual añado estas pequeñas islas filipinas es por el título que se les han dado, pues como hoy es día de Reyes en España me veía en la obligación de dedicar un cachito de post a esta celebración, y no lo hago por la religión que ocupa, sino por la mitología.

3 reyes
Esta es la isla Gaspar, se nota por la barba.

Bueno, aquí dejo este especial de islas que podría dar para mucho más, pero es que yo no doy para más. A ver si puedo seguir dando a conocer muchos más pedruscos de esos que se encuentran perdidos en alta mar. Espero que os haya gustado. A quien quiera más, en Islas Fantásticas.

¡Saludos, navegantes!

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